lunes, 23 de agosto de 2010

Las Ramas de Tenerife

Las Ramas y enramadas del Norte de Tenerife. Un nuevo proceso de sincretismo religioso silencioso a los ojos de la Historiofgrafía y etnografía.



Icod vibra con la bajada de la rama hasta Santa Bárbara
La tradicional traída de la rama, que culmina con una romería, se inicia en la Casa Forestal de La Guancha, para luego discurrir por las medianías de Icod de los Vinos, Los Giles, Camino Castro, El Amparo, Llanito Perera y Santa Bárbara.



RAFAEL BARRETO, Icod (Extraído de el periódico El DIA-Tenerife)

Los vecinos del barrio de Santa Bárbara de Icod de los Vinos cumplieron ayer con su tradición secular de la traída de la rama del monte. Una costumbre con la que se recuerdan los tiempos de la escasez y la penuria de la posguerra, y de la pervivencia de una actividad de calado económico del ámbito rural, donde primaba el ingenio para la obtención de la leña y el pinocho, muy apreciados por las familias del campo y del pueblo. De esta manera, se mantenía limpio el monte, según cuenta un vecino del barrio, que se lamenta de que ahora no haya tanta facilidad para la recolección de la pinocha y porque la ganadería está en decadencia. No obstante, el verdadero significado de la traída de la rama consiste en que se utilizaba como adorno y resguardo para las ofrendas de los cestos y los bollos, que tienen lugar una semana más tarde, es decir, el próximo sábado.

La comisión organizadora de esta singular expresión etnográfica isleña había previsto para el sábado su realización, en atención a la antigua costumbre de evitar que coincidiera con el día 24 de agosto, por lo que siempre se le adelanta la fecha, para eludir subir al monte, porque según una antigua creencia popular, por San Bartolomé, "la diabla anda suelta" y se corre riesgo de sufrir alguna desgracia. Este hecho reviste gran alegría y los habitantes del lugar se aprestan a subir al monte para tomar las hayas y bajarlas a la plaza. Sin embargo, a raíz de la tragedia de Barajas del miércoles de la semana pasada, se decidió cambiar la fecha y fijar la subida al monte para recoger y traer la rama el domingo (ayer).

Arraigo popular

Una costumbre de gran arraigo y de gran colorido es la subida de los Giles, cuyo recorrido comprendió hasta el caserío de Los Eres, que se erigió en lugar de encuentro y desde donde partió la comitiva en romería hasta la plaza para la bendición de la rama.

La comitiva de la fiesta solía tener permiso para ir al monte a recoger la rama. En los años de posguerra, caracterizados por las penurias y miserias de la población, se les unía gente que diariamente iba al monte por pinocha o leña para subsistir. El pinocho y la leña se camuflaban con la rama por fuera y algún vecino, según se recoge en la obra, como en el Pino Valois, solía invitarlos a un vaso de vino y algo de comida, por lo que, además de eso, era otro motivo para que alguno se adhiriera a la comitiva y portara la rama al hombro. Si el día que se iba a buscar la rama caía un 24, día de San Bartolomé, se dejaba para el día siguiente, porque ese día estaba la "diabla suelta". (Anotación: Baile a ritmo de tajaraste, que representa el bien y el mal)

La rama la bajaban en ocho o diez bestias mulares y muchos al hombro. Se cita a vecinos del lugar, entonces: Sinforiano Luis, Manuel García, Rafael Dorta, Federico Agüen y Domingo Rosquete, entre otros. Éstos subían con sus animales a los montes de propiedad particular, a Los Chiqueros, y a la Casa Forestal más tarde. Pasado el medio siglo XX, según cuentan, "las hayas daban olor. Salíamos temprano y se llevaban unas botellas de aguardiente, parra y caña. Ese día el que daba la comida a las personas que fueran a buscar la rama se quedaba con ella al finalizar la fiesta. Durante el trayecto había alguien que nos brindaba con algo, en el Pino Valois. Siembre venían personas que traían dos palitos al hombro para poder entrar en el convite. Ese día se aprovechaba para bajar el pinocho camuflado con ramas".

"Como al monte tenía que ir todo el mundo si quería comer -según se narra en la obra "Relatos para la historia de un barrio. Santa Bárbara", de la comisión de Fiestas- aprovechaban para ir las mujeres, que alegraban el trayecto con sus cuentos y canciones. Había comunicación y camaradería entre la gente".

El recorrido de la bajada de la rama se inició en la Casa Forestal de La Guancha, pasadas las cuatro de la tarde, para luego seguir hacia Los Giles, desde la carretera vieja, ascender al Camino de Castro, bajar hacia Santa Bárbara y subir hacia El Amparo y retornar a la plaza de Santa Bárbara. El trayecto comprendió el caserío de Llanito Perera.


En la isla de Tenerife existen más que fundamentos, para argumentar y recatar las antiguas fiestas de las ramas, tan típicas en el norte y sur de la isla, y que las ponen en consonancia con las de la isla HERMANA de Gran Canaria ó Canaria. Las prohibiciones de talas en los montes y los recelos contínuos por ellas, han mantenido en un segundo plano las festividades cíclicas estivales de las bajadas de la rama.

Una asunción sincretica viva, acoplada e integrada en el "cristianismo guanche" que nace tras el lento proceso de conquista, y de la que se valió en campesinado para dortarse de recursos durante las etapas del caciquismo puro y la dictadura española.

viernes, 2 de julio de 2010

Religión y Cosmovisión



Tibicenas

(En Abreu Galindo: Historia de la Conquista de las siete islas de Canaria.1590/1600. Goya Editorial, Santa Cruz de Tenerife, 1977):
“Entiendo que el que con estos canarios hacia semejantes apuestas era el demonio para hacerlos despeñar; el cual se les aparecía muchas veces de noche, y de día como grande perros lanudos; y en otras figuras a los cuales llamaban tibisenas.”pp. 89

(En Gómez de Escudero. Libro segundo prosigue la conquista de Canaria, en Canarias Crónica de su conquista F. Morales Padrón.Pp.448)
“Muchas i frequentes veses se les aparecia el demonio en forma de perro mui grande i lanudo de noche i de dia, i en otras varias formas que llamaban Tibicenas»

(En Tomás Arias Marín de Cubas. Historia de las siete islas de Canaria, public. en 1687. Real Sociedad Económica de Amigos del País, 1986);
“(…)llaman Tibicenes a las apariencias del demonio, que muchas, y frecuentes vezes de dia, y de noche en formas de perros lanudos, y otras aves como pava, gallina con pollos,
becerro, etc. ‘.pp. 255


Tanto Abreu Galindo, como Escudero y el Doctor Marín se hacen eco de las mismos temores de los isleños, en las apariciones de estos entes maléficos. Más allá de las meras copias de unos y otros, es muy probable que Marín de Cubas manejara la información de la tradición oral maúra de Canaria, e interpolara las diversas figuraciones del demonio en torno el siglo XVII, con los descendientes de los antiguos canarios, en forma de los nuevos animales domésticos introducidos. Es este hilo conductor el que prosigue comúnmente legando la cultura ancestral de las imágenes, de la iconografía antigua en el valuarte significativo de las nuevas generaciones, que siguen aplicando los mismos patrones interpretativos y asociaciones iconográficas al mundo que capta e interpreta. Extensión que muchas veces se ha malinterpretado, y difuminado, como un error del médico isleño, que no eclipsa por otra parte las malas copias de términos y aplicaciones en otras cuestiones, pero que si redunda en multiplicar los efectos vinculantes de la tradición amazigha. De ahí que los asociara a partir de la introducción masiva de animales como las gallinas, becerros y otros animales domésticos al mundo isleño, como queda bien referido, por otra parte, en actas de guanches de la isla de Tenerife, que en sus legajos de herencia figuran estos animales a pocos años de concluir la conquista.

Suposiciones que no dejan de incidir, sino que revitalizan los miles de leyendas y cuentos que los viejos magos y maúros relatan sobre la configuración, de lo físico y su antagónico.

No en vano, como se puede explicar que en pleno siglo XXI, siga estando viva la tradición de las apariciones de hombres, y preferentemente mujeres, que se reconvierten en forma de animales en medio de los caminos, a altas horas de la noche, ó los `Miedos´ a las apariciones de perros fieros y lanudos, que no hacen sino inundar la cosmovisión isleña, en zonas donde su paso, es un tabú reconocido desde el secretismo de la maúritud. Sin vuelta de hoja, la tradición en sus más amplios repliegues sigue vigente tan latente como horrores reproduce, en quienes mediante la pluma han intentado borrar, ó en su caso minimizar, desde hace mucho tiempo, el legado común imazighen de los pueblos de estas islas. Que casualidad que aquí mismito en la Tamazgha las apariciones de entes maléficos, en forma de perros lanudos y otros seres, sigan tan viva como el archipiélago.
Es vigente de la misma manera que este fenómeno de los miedos, de los lugares donde están los miedos, es término vivo, entre las personas más ancianas del archipiélago, y de la que existen conexiones mucho más interesantes, asociadas a lugares donde se aparecen en determinados contextos temporales y espaciales.

Ti-Bezzem. V. Enfadar, enfurruñarse. Persona que está enfadada, rabiosa

Tibezzizen / Ittebezzazen. V. Obligar, Acción de obligar a una persona a algo.

Ittebbezen / ittebezbizen. Literalmente `Persona que tiene escalofríos´. V. `Tener escalofríos´. `Escalofríos´. Por extensión `Miedo, Tener miedo´.


Escalofrío s. m. Sensación intensa y repentina de frío acompañada de un ligero temblor del cuerpo, generalmente producida por un cambio brusco de temperatura, por la fiebre o por una fuerte emoción o miedo.

Ttebbezen (a). TM. Dialecto del Alto Atlas del Marruecos Central.
Ti-Bezzem. Atlas Marroco. V. Enfadar, enfurruñarse. Persona enfadada.
Ittebezen > Tebbezen + a > Tibizena. Literlamente `Escalofríos, Tener escalofríos´, por extensión `Miedos, tener Miedos´.

lunes, 28 de junio de 2010

Armas de los antiguos isleños


Banot.
Banot / Vonodes/ Banoes
(En Alonso de Espinosa, Historia de Nuestra Señora de Candelaria. Ediciones Goya, 1952, Santa Cruz de Tenerife. Pp. 216);

“Cuando el Rey mudaba casa, que era el verano a la sierra
y el invierno a la playa, llevaba los ancianos consigo y
una lanza o banot delante de sí a trecho, para que supiesen
que era el Rey, y cuando algunos le encontraban en el camino
postrábanse por tierra y levantándose, limpiábanle los
pies con el canto del tamarco y besábanselos; la asta que el
Rey llevaba delante de sí llamaban añepa”. Pp. 42

“eran los tamarcos que rodeaban al brazo unas pequeñas
tarjas de drago) no las tenían, eran unas varas tostadas y
aguzadas, con ciertas muesquecitas a trechos y con dos manzanas
en medio en que encajaban la mano, para que no desdijese
y para que fuese con más fuerza el golpe. Estas
tales varas o lanzas llamaban banot; con éstas Banof
peleaban a manteniente, después que habían cerrado
los unos con los otros, y en dando el golpe quebraban la
muesquecita, para que la punta quedase en la herida, y para
de lejos, antes que cerrasen, usaban de unas pelotas de piedras
rollizas que tiraban con mucha fuerza”. pp. 43


“(…) mas que aquel que de su linaje levantase su
banot (que era la arma con que peleaba), ese vengaría su
muerte; y así fue”. Pp. 36

(En Antonio de Viana - El poema de Viana: estudio histórico literario de un poema épico del siglo XVII . Autor Alonso, María Rosa . Editorial Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Fecha 1952, Madrid. Páginas 697 p.);
“Usavan dardos como gruesas lanças que llamaban banoes en sus lenguas; eran del caraçón de secos pinos que llaman tea, y la aguzada punta, tostada a fuego, más estrago hacía que afilado y bien templado acero, y con destreza rara y admirable se despeñaban de los cerros altos con un dardo en las manos, descayendo muy rectos en sus tercios estrivando” (Antonio de Viana, en La Conquista de Tenerife).



(En Tomás Arias Marín de Cubas. Historia de las siete islas de Canaria, public. en 1687. Real Sociedad Económica de Amigos del País, 1986);
“(…)vivian pacificos, todos usan de bordones delgados, lisos, limpios y derechos de un tamaño de dose palmos, llamados vonodes y tamazaques”.pp 157

-Banot / Vonodes/ Banoes. Tf – H.

-Banot. Arma gruesa a modo de lanza con la punta muy aguazada.

Wannet / Bnnet. [TM. Tamazigh del Alto Atlas]

Wa > artículo determindado f. sg.
Net > literalmente `Lanzar contra´.

1)Wannet
Wa + Nnet = Wanet = La que se lanza contra. De forma figurada `La lanza´.

La Lanza

Wa + NeT > Ba + Net > Banot = `La lanza´

2) Bannet

B > Aumentativo de Precisión
Net > Literalmente. `La que se lanza contra´. De forma figurada `Lanza´.

B + Nnet = `La que se lanza contra alguna cosa ó persona´. De forma figurada `La Lanza´.


- Lanza s. f. 1 Arma compuesta por un palo largo en cuyo extremo está fijo un hierro puntiagudo y cortante.

- Lanza s f lanza ['lanθa] arma compuesta de un asta en cuya extremidad se coloca una punta de hierro.

-Asta f. Arma ofensiva de los antiguos romanos, compuesta de hierro, astil y regatón. Se empleaba como lanza, y también como dardo, para arrojarla con la mano contra el enemigo. Palo de lanza, pica, venablo, etc. Lanza o pica. Palo a cuyo extremo o en medio del cual se pone una bandera.

De conformidad el término de la Tamazigh del Alto Atlas del Marruecos Central recoge el mismo significado en su forma verbal, que el sustantivo con el que se conoce en la actualidad en las islas ( en sus diversas variantes del dialécto canario), al instrumento para desafiar los obstáculos, y al mismo tiempo el arma defensiva, con el que los antiguos isleños, y hasta no hace mucho los maúros y magos se hacían respetar. Lanza en Tenerife, Astia ó Asta en la Gomera, Lata en las islas de Lanzarote y Fuerteventura, Garrote en Gran Canaria, Bordón en la isla de la Palma son ejemplos de una misma tradición conceptual, que tiene su sinónimo en la tamazigh del archipiélago y continental.

Wannet/Bannet = `Lanza´. [TM. Tamazigh del Alto Atlas]

Federación del Salto del Pastor
http://www.saltodelpastorcanario.org/

Enlace you tube;
http://www.youtube.com/watch?v=mOUwIOZ39i4

lunes, 14 de junio de 2010

Vídeos culturales




Pequeño corto que recoge el valor etnográfico del pastoreo de las `ara´s´ y la identidad cultural en las montañas del Atlas. Insoslayable.

http://livesteaua.com/view/iu_lPrsTXrk/trashumancia-en-el-medio-atl...



Vídeo de los amahaks (Tuaregs) de Malí, planteando sus posibilidades dentro del conflictivo contexto político que pasan, y desarrollando algunas variables identitarias de su cultura.

Documental Amanar Tuaregs.

http://www.rifito.com/2010/05/culturas-reconditas-amanar-tuareg-vis...

jueves, 10 de junio de 2010

Genética



RELACIONES GENÉTICAS ENTRE LAS POBLACIONES CANARIA Y NORTEAFRICANAS


Artículo publicado por D. Francisco García-Talavera C. sobre el origen de los antiguos isleños.









INTRODUCCIÓN

Los primeros europeos que llegaron a las Islas Canarias quedaron sorprendidos por las características físicas de sus antiguos habitantes que, a pesar de su aspecto primitivo, en grandes rasgos no se diferenciaban demasiado de las poblaciones blancas del sur mediterráneo.

Desde comienzos de la ciencia antropológica, los investigadores del siglo XIX observaron con extrañeza el parecido de los parámetros antropométricos de gran parte de los guanches (generalizando el término a todos los habitantes preeuropeos de Canarias) con el hombre fósil de Cro-Magnon. Pero es en el siglo pasado cuando se establecen las bases de comparación entre los antiguos canarios y las poblaciones norteafricanas, al resultar evidentes no solamente las similitudes físicas, sino también culturales, especialmente a medida que se avanzaba en el conocimiento de la prehistoria y cultura antigua del archipiélago.



Según Ilse Schwidetzky (1975): "Las islas Canarias ofrecen un campo extraordinario para la investigación antropológica. Primero porque en ellas una población prehistórica dejó en sus cuevas sepulcrales y en sus túmulos un material óseo excepcionalmente abundante (...) y además, la historia de la población de estas islas, en su evolución a partir de la conquista, es suficientemente conocida. Por lo menos desde Wölfel (1930) se sabe documentalmente que los grupos humanos prehispánicos no se extinguieron sino que sobreviven en la población actual, después de un inicial y rápido proceso de cristianización y aculturación".


Pero esta forma de pensar no es nueva, pues ya Glass en el siglo XVIII, Verneau, Berthelot, Chil y Naranjo y Bethencourt Alfonso en el XIX, y en el siglo XX Fischer, Wölfel, Schwidetzky, Weninger, Fusté, Rösing y Camps, entre otros eminentes investigadores, expresaban en sus escritos dichas analogías antropológicas. Este último (Camps, 1984) es muy explícito al respecto cuando dice, refiriéndose a la antigua población mechtoide (cromañoide) norteafricana: "Del tipo Mechta el Arbi subsisten hoy en día algunos raros elementos en la población norteafricana que, en su casi totalidad, pertenece a las diferentes variedades del tipo mediterráneo. Aquellos representan como máximo el 3% de la población actual del Maghreb, pero son mucho más numerosos en las islas Canarias".

En cualquier caso, no hay que centrarse solamente en el mayor o menor grado de pervivencia del tipo Mechta-Afalou en la población canaria actual - que no deja de ser un tema muy interesante desde el punto de vista antropológico, pues en Canarias tenemos un verdadero laboratorio viviente - sino que también debe estudiarse ese alto porcentaje mediterranoide, que es el que más nos acerca a la población norteafricana amazigh actual.



Ahora son las nuevas técnicas de la genética molecular aplicadas a las poblaciones, las que están propiciando un avance espectacular en el conocimiento de la evolución biológica e histórica de la especie humana. "Una nueva rama de la ciencia emerge con fuerza: la genómica histórica. La comparación de los perfiles genéticos de grupos étnicos permite poner a prueba los postulados históricos, muchas veces basados en deducciones poco objetivas: sin duda, la genómica complementa a la historia clásica" (Arnaiz-Villena, 1999).

En este sentido, con los estudios del DNA mitocondrial en poblaciones autóctonas de todo el mundo llevados a cabo, entre otros, por Cann, Stoneking y Wilson (1987), Ruíz Linares et al.(1995) y sobre todo los de Cavalli-Sforza, Menozzi y Piazza (1994) en 1800 pueblos aborígenes de todo el orbe - sin llegar a ser definitivos, entre otras razones por las limitaciones en la obtención de genes diferenciadores - han quedado esbozadas las afinidades y diferencias genéticas entre los distintos pueblos del mundo y, lo que es más importante, sus relaciones, migraciones y evolución histórica.

SÍNTESIS PALEOANTROPOLÓGICA E HISTÓRICA DE LA REGIÓN.

La existencia en el Norte de Africa de poblaciones blancas clasificadas inicialmente como caucasoides, ha dado píe a múltiples hipótesis sobre su origen.


La primera evidencia del poblamiento humano de la región la tenemos en los yacimientos de Ternifine, Ain Hanech y Sidi Abder Rahman, con una antigüedad de 200.000 años, que fueron clasificados como Homo erectus (Newman, 1995). Pero es la aparición del Homo sapiens de Jebel Irhoud del Paleolítico Medio (Musteriense) (100.000-200.000 años B.P.) con características neandertaloides atenuadas que preconizan el tipo de Afalou, y del hombre ateriense (sapiens sapiens) de Dar es-Soltan (30.000 años B.P.) que para algunos es el eslabón intermedio entre aquellos y el hombre moderno de Mechta-Afalou, portador de la industria Ibero-Mauritana (19.000-10.000 años B.P.). Este último, junto a los protomediterranoides venidos de oriente con la cultura capsiense (10.000 - 5.000 B.P.), constituyen los dos tipos humanos que han dado origen al pueblo bereber, que esencialmente conforma la mayoría antropológica de la población norteafricana actual.

El hombre de Mechta el Arbi, también conocido como Mechta-Afalou fue equiparado por los antropólogos del siglo pasado al tipo Cro-Magnon europeo, pero más tarde se ha visto que sin dejar de ser vecino o primo de aquel, presenta caracteres diferenciadores en el cráneo y en las dimensiones corporales. Posee, entre otras características físicas, una gran estatura (1,76 m. de media para los hombres), disarmonía entre una cara ancha y un cráneo dolicocéfalo, así como una gran capacidad craneana (1.650 cm3).

Este tipo humano dominante en el Norte de Africa hasta la aparición de los protomediterranoides capsienses, comienza a disminuir demográficamente y a retroceder geográficamente hacia el oeste, acantonándose en las montañas del litoral occidental mediterráneo y atlántico y en las Islas Canarias, así como en el sudoeste sahariano (Hassi el Abioud) y en el Sudán (Jebel Saba). Su desaparición no fue completa en el Maghreb, pues todavía se encontraba un 8% de población mechtoide en la época protohistórica y púnica, para pasar como ya hemos comentado, a representar solo el 3% de la población norteafricana actual. Por lo tanto, como muy bien apunta G.Camps (1996), el tipo Mechta el Arbi no puede considerarse como el ancestro directo de los imazighen actuales.

Fue hace más de 9.000 años cuando hizo su aparición en la parte oriental del Maghreb un nuevo tipo humano muy parecido a las poblaciones mediterráneas actuales que, al igual que ellas, presenta dos variedades: una robusta y de gran talla (1,75 m. para los hombres) y otra mas grácil que se localiza en las montañas. Este tipo de hombre, según todos los indicios venido de Oriente Próximo, se conoce como Protomediterráneo, término que también se aplica a poblaciones más antiguas de Oriente (natufienses).

A estos protomediterráneos muy bien podríamos llamarles protobereberes (Camps, 1996) por su cultura y sobre todo por su marcada propensión a la decoración con motivos geométricos, que son muy similares a los utilizados en la actualidad en el adorno corporal y en la decoración de la cerámica por sus sucesores bereberes.

Es a comienzos de la época histórica, a finales del calcolítico y durante la edad del hierro, cuando proliferan en el litoral norteafricano túmulos y monumentos megalíticos que albergan restos humanos, casi todos de tipo mediterráneo, y que apenas se pueden distinguir de los bereberes actuales. Esta cultura megalítica parece proceder de los países europeos del Mediterráneo occidental. Sin embargo, su influencia en la antropología física de la región es mucho menor que el pool genético aportado por las poblaciones venidas de oriente. Es también de Oriente desde donde, ya en época protohistótica e histórica, llegan pueblos colonizadores (fenicios, 1.000 A.C.) y conquistadores musulmanes (árabes y beduinos Beni-Hilal, siglos VII y XI) que de alguna manera alteran la genética norteafricana, especialmente estos últimos (Beni Hilal), que, con un contingente de unas 100.000 personas, contribuyeron también a una rápida arabización de gran parte de los pueblos imazighen. Otras invasiones y conquistas por parte de pueblos europeos y del Mediterráneo oriental: Romanos (146 A.C. - 439 D.C.), Vándalos (439 - 533 D.C.), Bizantinos (533 - 647 D.C.) y más tarde otomanos, turcos, portugueses, españoles, franceses e italianos, han contribuido con muy poco peso demográfico y escaso flujo genético a la conformación antropológica de la población norteafricana actual que, en su gran mayoría, es descendiente de los protomediterranoides capsienses, ancestros de los bereberes.

En Canarias, y de acuerdo con los principales antropólogos que han estudiado la tipología de las poblaciones aborígenes del archipiélago, como son Verneau, Fusté y Schwidetzky, entre otros, aparecen como tipos dominantes los dos mismos componentes prehistóricos del Norte de Africa: el Mechtoide (cromagnoide), y el Protomediterranoide. El primero, y más primitivo, arribó a las islas y las ocupó todas, según algunos autores, entre el 2500 y el 1000 A.C., y sería el portador de la llamada "cultura de sustrato" (Diego Cuscoy, 1961). Su proporción numérica en algunas islas como Tenerife (34%), Gran Canaria (33%) y Gomera (45%), era superior a la del tipo mediterranoide, lo que hace pensar en una temprana llegada a Canarias desde el continente, cuando aún era dominante en algunas regiones norteafricanas.

Simultáneamente, o con posterioridad, llegaron los protomediterranoides, pero en el caso de Canarias sólo se distingue el tipo robusto, también de gran talla, cara alargada y estrecha, y con un grado variable de extroversión goniaca que le da un contorno facial pentagonal o cuadrangular. Este tipo es asociado, al menos en Gran Canaria, con la "cultura de los túmulos" ya que enterraba a sus muertos en esos monumentos funerarios mientras que los cromañoides lo hacían en cuevas. En los últimos tiempos se ha constatado que no existía una separación racial tan clara como les pareció a los primeros antropólogos.


No obstante, autores como Hooton (1925), Fischer (1931) y Falkenburger (1942), añaden otros tipos raciales, como el negroide, orientaloide, alpino, etc., aunque en mucha menor proporción que los dos anteriores.

Aunque con peculiaridades insulares, el lenguaje y la cultura de los aborígenes canarios era netamente paleobereber, como lo atestigua la arqueología, la toponimia y la antropología.

Salvo contactos esporádicos con pueblos antiguos (fenicios, púnicos, romanos) generalmente con fines comerciales, y más recientemente con árabes y europeos, en campañas esclavistas, la población de Canarias permaneció aislada hasta la conquista (1402 - 1496). En ese momento las islas estaban bastante pobladas, siendo las dos centrales, Gran Canaria (30.000 - 40.000 habitantes) y Tenerife (30.000 - 35.000) las que poseían una mayor densidad demográfica y las que, a su vez, ofrecieron una resistencia tenaz a su conquista.

A pesar del fuerte bajón poblacional a consecuencia de la guerra, esclavitud y enfermedades, la población aborigen canaria quedó en mayoría con respecto a los colonizadores europeos, fundamentalmente ibéricos, como lo atestiguan los registros de la Inquisición española, las datas de repartimiento de tierras y otros muchos documentos.

Según Wölfel (1992), en el siglo XVI al menos la mitad de la población de Gran Canaria (10.000 habitantes) era aborigen, sin contar los mestizos entre canarios y españoles, pues muy pocos traían mujeres. En el caso de Tenerife, según el mismo autor, también se puede afirmar que, en el siglo XVI, tres cuartas partes de la población de Tenerife era de origen guanche. Wölfel llega finalmente a la conclusión de que a pesar de la inmigración europea en siglos posteriores, y de la fuerte emigración canaria a América, entre 2/3 y 3/5 de la población nativa actual lleva sangre aborigen y el resto europea.

GRUPOS SANGUINEOS. SISTEMA AB0

A pesar de los avances de la genética molecular en los últimos años, especialmente en el conocimiento del DNA mitocondrial y nuclear, el estudio de los grupos sanguíneos, entre ellos el sistema AB0, sigue siendo importante y complementario a la hora de abordar análisis genéticos comparativos entre poblaciones. Según R. Beals y H. Hoijer (1965): "los grupos sanguíneos son importantes antropológicamente porque sabemos con exactitud cómo se heredan". Nosotros hemos basado el estudio estadístico de la distribución del sistema AB0 en la isla de Tenerife en los datos de la Tesis de licenciatura de M. Trujillo (1974) y para el resto de las islas en Bravo y de las Casas (1958), Roberts et al. (1966), García-Talavera (1986) y Pinto et al. (1996). Y para la comparación con otros pueblos norteafricanos imazighen, en Kossovitch (1953) para Marruecos y Sahara y Benabadji et al. (1965) para Argelia (Kabylia).

Los datos sobre la proporción de grupos del sistema ABO en la población guanche los hemos tomado de Swarzfischer y Liebrich (1963) y Schwidetzky (1970), Benabadji y Chamla (1971) para los tuareg del Ahaggar, y Johnson et al. (1963) para los bereberes Ait Haddidu del alto Atlas.

A la vista de las tablas comparativas podemos extraer las siguientes conclusiones:

a) En la población canaria nativa actual, el grupo sanguíneo 0 sigue siendo el de mas alto porcentaje (48.0 %) frente al 39.6 % del grupo A, a pesar del tiempo transcurrido desde la conquista y de que el grupo A es dominante y el 0 recesivo (Schwidetzky, 1970). Sin embargo, el grupo mayoritario en los portugueses es el 47.1 % de A y 40.0 % de 0, (Da Cunha et al.,1963) y en los españoles es muy similar: A, con el 47.2 % frente al 38.6 % de 0 (Hoyos, 1945). Al ser estos dos países europeos los que aportaron la gran mayoría del contingente humano que se estableció en Canarias tras la conquista (conquistadores y colonos), podemos llegar a la conclusión de que la población aborigen canaria, lejos de desaparecer como aseguran algunos, quedó en amplia mayoría después de la colonización.

b) Se aprecian diferencias significativas inter e intra insulares en la distribución de los grupos (García-Talavera, 1993) y (Pinto et al. 1996). No es de sorprender la mayor proporción del grupo A en el Norte de Tenerife, porque fue en esa zona donde principalmente se establecieron los nuevos colonizadores, fundamentalmente portugueses, al recibir las tierras más ricas y fértiles. Tampoco sorprende la alta proporción de 0 en la Gomera (56.0%) pues esta isla no fue conquistada y la población nativa quedó en gran mayoría.


La alta proporción del grupo 0 encontrada por Swarzfischer y Liebrich (1963) en los aborígenes de Tenerife (83.9%) y Gran Canaria (94.7%), a pesar de haber sido obtenida, no por ausencia de A y de B, sino directamente, ha hecho dudar a algunos investigadores. Pero si comparamos estas cifras con las de los Tuareg del Ahaggar (75.4%) y bereberes Ait Haddidu del Atlas (79.7%) vemos que son bastante aproximadas. Y si observamos que en las tres poblaciones el aislamiento es la característica común (islas, altas montañas, desierto) cabe pensar en la actuación en ellas, durante siglos, de la deriva genética, el efecto fundador y la consanguinidad.

Por otra parte, se observa que los porcentajes del sistema AB0 en Canarias se asemejan más a los de los países maghrebies estudiados, que a los europeos ibéricos. También se constata que en Canarias es más patente el dominio del grupo 0 sobre el A, que en Marruecos, Argelia o el Sahara. Esto se debe a que en estas islas el principal aporte sanguíneo del exterior es europeo occidental, mientras que en los países continentales del Maghreb, el principal flujo genético ha venido de Oriente Próximo y, en menor medida, del África subsahariana, regiones en las que el grupo B aparece en un alto porcentaje. En Canarias, las islas orientales Lanzarote y Fuerteventura poseen unos valores elevados de este último grupo (17.5% y 16%) según datos obtenidos por Pinto et al. (1996), que son similares a los de Marruecos y Argelia, lo que, con toda probabilidad, es debido a la entrada masiva en dichas islas de esclavos de la vecina costa africana después de la conquista, en los siglos XV y XVI.

Los estudios de HLA también han contribuido, sobre todo a partir de la década de los 80 del siglo pasado, al conocimiento de las relaciones genéticas entre poblaciones. En el caso de Canarias se ha constatado la existencia de flujo genético de los pueblos norteafricanos e ibéricos hacia las Islas.

EL ADN MITOCONDRIAL

Ya hemos comentado la importancia que en la actualidad están cobrando las investigaciones sobre genética molecular, especialmente del ADN celular. Y en el caso de genética de poblaciones, el ADN mitocondrial es el mas útil, ya que con tan sólo 16.000 pares de bases es mucho más sencillo de analizar en él las secuencias correspondientes, que si lo hacemos con el nuclear.

En Canarias, a pesar de que aún no se sabe con certeza la región exacta de procedencia de los aborígenes, el registro arqueológico, lingüístico, antropométrico, serológico, de las impresiones dermopapilares y, sobre todo, las afinidades culturales con el mundo amazigh, apunta hacia el Noroeste de Africa como referencia básica.

En la última década, el avance ha sido espectacular en el conocimiento del genoma humano y de las diferencias genéticas entre poblaciones, destacando en este sentido el monumental trabajo de Cavalli-Sforza, Menozzi y Piazza (1994). Por su parte, en Canarias, Rando et al. (1999) llegan a la conclusión de que la distribución y variación entre las islas de un específico marcador del ADN mitocondrial, de procedencia noroesteafricana, sugiere que hubo un inicial proceso de poblamiento, que afectó a todas las islas, de este a oeste, que concuerda con la hipótesis de la "cultura de sustrato" (Diego Cuscoy, 1963). Indican, a su vez, una cierta afinidad genética de los canarios actuales con los bereberes norteafricanos, que proviene de los guanches mas que de los esclavos capturados en la vecina costa africana. Según estos autores, es mayor el aporte genético de la inmigración europea (60-75%) que el norteafricano (20-30%) y subsahariano (5-10%), porcentajes con los que no estamos de acuerdo, por las razones que ya hemos expuesto y por la escasa significancia de la muestra sanguínea (300 para todas las islas), así como por la indefinición, reconocida por ellos, de los orígenes de los marcadores genéticos que ellos consideran como europeos y que muy bien podían tener su origen en la población mechtoide de cultura Ibero-mauritana. También reconocen dichos autores que gran parte de la población femenina aborigen sobrevivió a la conquista y que la mayoría de las mujeres canarias actuales poseen esas características genéticas. De ahí la idoneidad de llevar a cabo este tipo de estudios en base al ADN mitocondrial, que se transmite por vía matrilineal, en lugar del cromosoma Y nuclear de los varones. No obstante, debemos reconocer que el trabajo de estos investigadores ha dado como fruto la localización de un subtipo dominante en las secuencias estudiadas sobre las 300 muestras de la población canaria autóctona: 163-172-219-311, con una frecuencia del 8%, que nunca ha sido encontrado fuera de las islas Canarias. También encontraron en el haplogrupo U, un "motivo canario" (U6b1) restringido a estas islas y que fue transportado desde el continente africano por los primeros pobladores.



Fig. 1. Localización geográfica de las 49 poblaciones africanas con mayor diferenciación genética (según Cavalli-Sforza, Menozzi y Piazza, 1996).

Pero son los resultados de las investigaciones de Cavalli-Sforza, Menozzi y Piazza (1994) los que por primera vez sitúan a los canarios en su lugar correspondiente con respecto a otras 48 poblaciones autóctonas africanas que albergan un mayor porcentaje de material genético comparativo.

Al analizar el árbol genético de esos 49 pueblos africanos se observa en primer lugar una clara separación en dos grupos: uno mayor, constituido exclusivamente por poblaciones subsaharianas y otro menos numeroso que incluye a los pueblos del Norte y del Este, llamado Nordeste (mediterráneos y saharianos). A su vez, el grupo Nordeste se divide casi exactamente en dos subgrupos, Norte y Este. La única población norteafricana que no se encuentra en el subgrupo septentrional es la argelina, que aparece en el oriental. Por el contrario, el único pueblo del este que no se encuentra en el subgrupo oriental es el somalí, que aparece en el gran grupo subsahariano.

Debemos decir que Cavalli-Sforza et al. Consideraron, algunos de los 49 pueblos como un conjunto de poblaciones, dándoles el nombre de la nación o de la etnia correspondiente cuando se extienden a varios países (Tuareg, Bereberes, Beduinos). En este caso todos los datos de esos pueblos fueron computados juntos y no fueron incluidos en sus países de origen.

En el caso de naciones como Argelia, Marruecos o Túnez, el muestreo se ha hecho en las capitales, donde la población es más heterogénea y representativa, excluyendo de ellas a los Bereberes.



Fig. 2. Árbol filogenético de las 49 poblaciones africanas estudiadas (según Cavalli-Sforza, Menozzi y Piazza, 1996).

Los canarios nos encontramos en el "Cluster" Norte a escasa distancia genética de libios y tunecinos, muy próximos entre sí, y a mayor distancia de otro subcluster" en el que se encuentran los beduinos y los nubios y marroquíes (sin bereberes). En este grupo Norte son "outliers" destacados los bereberes, lógicamente por todas las circunstancias antropológicas e históricas que hemos expuesto, y en menor grado los egipcios.

Llama la atención la situación de los Tuareg en el grupo oriental, siendo berberófonos y de cultura amazigh. Es esta una prueba de que no siempre lengua y genética van de la mano, como también apuntan Bosch et al. (1997) y Barbujani et al. (1994) al opinar que la pareja lenguaje-expansión genética para la familia lingüística afroasiática procedente del Levante, tiene poca consistencia estadística y que, por lo tanto, los bereberes deberían tener un origen más antiguo, puesto que se sabe que la difusión del Neolítico desde Oriente no aportó un masivo flujo genético, especialmente en el Noroeste de Africa donde se habla amazigh.

Según Cavalli-Sforza et al.(1994), los Tuareg presentan una clara afinidad genética con los Beja del N. del Sudán que, al igual que ellos, son fundamentalmente pastores nómadas del desierto y hablan una lengua cushítica que también es afro-asiática, aunque de diferente rama. Teniendo en cuenta la escasa distancia genética entre estos dos pueblos, la explicación que le dan a este hecho es que el no pertenecer los tuareg al grupo genético bereber norteafricano es debido a que tuvieron un origen común hace 5.000 años. Luego se separaron y siguieron caminos distintos. El aislamiento y la deriva genética hicieron lo demás.

El caso de los argelinos es diferente, ya que su extraña posición puede ser debida a la escasa información genética que se tiene de ellos (24 genes), al igual que sucede con los marroquíes, al ser tratado aparte en ambos casos el gran componente bereber de esos países.

Al analizar los componentes principales, se vió que el primero absorbe el 30.4% de la información genética y si nos fijamos en su representación en coordenadas, observamos que se separan claramente los pueblos del Norte y Sahara de los subsaharianos, quedando los etíopes en medio, lo que coincide con la interpretación genética de mezcla entre caucasoides del Norte y negroides subsaharianos. Esta representación no coincide a grandes rasgos con el árbol genético, pero hay que tener en cuenta que es bidimensional y que entre el primero y segundo componentes sólo acumulan el 38.5% de la información genética total. Resulta curiosa la posición de los canarios, en este caso más próximos de los argelinos y marroquíes e incluso de los beja, que de los libios y tunecinos, que son los que figuran como más afines genéticamente de los canarios en el árbol.

CONCLUSIÓN FINAL

La reflexión final que nos atrevemos a exponer es que, a la vista del abundante registro arqueológico, antropológico y lingüístico, junto al avance en el conocimiento de la prehistoria y la historia norteafricana y, sobre todo, los contundentes resultados de las investigaciones en biología molecular que están saliendo a la luz en los últimos años, es indudable la relación genética de los canarios con los pueblos norteafricanos amazighes.

El hecho de haber vivido separados durante milenios, al haber cruzado el mar y poblar las islas unos, y los otros soportado invasiones, conquistas y colonizaciones - que más tarde sufrirían los insulares - por parte de otros pueblos no africanos, no ha borrado las huellas del origen común.

Los pueblos invasores influyeron culturalmente en los que no se refugiaron en las montañas o en el desierto, pero el flujo genético fue escaso hasta la llegada al continente desde Oriente de los musulmanes Beni-Hilal en el siglo XI, que, aunque no influyeron de manera contundente en el pool genético, si contribuyeron decisivamente a la arabización e islamización del Maghreb. En las islas fueron los ibéricos los que siguieron el mismo guión aunque desde distintas ópticas culturales y religiosas. Estos españolizaron y cristianizaron a la fuerza a los canarios, pero como hemos visto, tampoco alteraron en gran medida la genética insular.

De manera que, a pesar de todos estos avatares, los canarios y los norteafricanos continentales seguimos conservando las características étnicas básicas que nos identifican con una raíz común, que se remonta muchos milenios atrás, cuando unos invasores - curiosamente también venidos de Oriente hace casi 10.000 años, posiblemente a consecuencia del cambio climático postglacial - arrinconaron y sometieron en gran parte a los autóctonos de ese momento.



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domingo, 6 de junio de 2010

Antropónimos

-Doramas

Doramas [Adar-ammas]. Valiente capitán de la isla de Gran Canaria coetáneo a la época de la conquista, hace más de 5 siglos. Su nombre derivó según Marín y Cubas y Abreu Galindo, de lo pronunciado de su nariz. Aunque pertencia al estamento social de los villanos, su valía le llevó a ascender socialmente, y ser respetado. Muerto la mañana del 20 de Agosto de 1480 en los Lomos de Arucas, después de hacer frente al ejército castellano. El término es muy probable que fuera un `mote´ puesto entre los isleños.

(En Abreu Galindo: Historia de la Conquista de las siete islas de Canaria.1590/1600. Goya Editorial, Santa Cruz de Tenerife, 1977)
(…) Tuvo también otro valiente capitán el guanarteme de Galdar que se decía Doramas, de grandes fuerzas pero no de tanto cuerpo. Doramas quiere decir narices porque las tenía muy anchas (…)”pp. 111

(En Tomás Arias Marín de Cubas. Historia de las siete islas de Canaria, publicado en 1687. Real Sociedad Económica de Amigos del País, 1986);
“(…) no era muy alto de cuerpo, mas era grueso, ancho de espaldas, gran cabeza, el rostro redondo, las narices pequeñas y muy anchas las ventanas, la edad mediana, bien repartido de miembros.”

Adar / Adaran. Significado literal “Gruesas narices”. [Tm. Tamazigh del Alto Atlas].
Ammas. Significado literal “En medio”. [Tm. Tamazigh del Alto Atlas].

Pronunciación; `a-DaR´ámmas´.

La silibante [R] reproduce el cambio de consonante en el receptor (a > u), al contacto entre ambas sílabas. Adar-ammas > dur-ammas. > Durammas > Doramas.

Adar + ammas = Adaramas. Significado literal “La gruesa nariz en medio”. De forma figurada “La gruesa nariz de enmedio, centrada, ancha, que ocupan gran espacio facial"
"Las narices”. La llamativa característica de su nariz, sigue siendo fielmente representativa en la antropología facial de la isla de Gran Canaria.

Hoy es topónimo y apellido. Topónimo Montaña de Doramas en la isla de Gran Canaria, municipio de Moya, da nombre a un reducto de fayal-brezal y laurisilva en la isla.

(En Abreu Galindo: Historia de la Conquista de las siete islas de Canaria.1590/1600. Goya Editorial, Santa Cruz de Tenerife, 1977)
“(…) De esta ciudad real de Las Palmas en el término de Teror, la montaña de Doramas(…)”pp. 104

El apellido en la actualidad existe en Canarias, bajo el apelativo transformado de “Oramas”.

(Foto actual de la Montaña de Doramas. Moya)

martes, 1 de junio de 2010

Vocabulario

- Gánigo


(En Abreu y Galindo. "Historia de la conquista de las siete islas de Gran Canaria". edición de 1848. pp 232.);

-“Manteníanse de harina de cebada tostada y molida que llaman gofio, y con carne de cabra cocida y asada, con leche y manteca, comían en gánigos de barro cocidos al sol como casuelas grandes” pp. 32

-“Que tostaban en unas cazuelas grandes de barro”pp. 100

-“subidos en unos cerros decían en su lengua, ya el gánigo de Guahedun se quebró, y gánigo es como cazuela grande de barro en que comen muchos juntos” pp. 160

(En Tomás Arias Marín de Cubas. Historia de las siete islas de Canaria, public. en 1687. Real Sociedad Económica de Amigos del País, 1986);

-“(…) hacian losa de barro o greda parda mesclada con arena platos ganigos o barrenoncillos, pailones, o casolones para echar agua (…)” pp. 258


Gánigo. Cuenco de barro cocido común en las islas Canarias desde la antiguedad en la cocina isleña.

Cuenco. Sig. ` Recipiente no muy grande de barro u otra materia, hondo y ancho, y sin borde o labio´.

Cazuela. Vasija, por lo común redonda y de barro, más ancha que honda, que sirve para guisar y otros usos.

Genugey / Ignugey. Estado de un objeto que es ó esta redondo. Ser ó estar redondo. [TM Tamazigh Alto Atlas]

Genagay. Piedra redonda. [TM. Tamazigh Alto Atlas]

En la actualidad el término es vivo en gran parte, entre la población mas anciana de las islas Canarias, para referirse a cuencos de barro semiesféricos que los diferencian de los otros recipientes de barro cocido. Su relevancia dentro del mundo isleño quedo bien patente en las fuentes etnohistoricas, como elemento funcional en la gastronomia, religión y cosmovisión de los antiguos isleños.

Su uso preferencial como plato único donde comía el grupo familiar, hasta tan sólo hace unas décadas, ha dejado de ser una realidad, para convertirse en un mero objeto de uso descontextualizado y desconocido para los actuales canarios, incluso su propio término que está abandonado y en desuso por las nuevas generaciones de isleños.




- Bobán
Bobán. Patas del zurrón. Sirven de apoyo para llevar al hombro a modo de talegita.



Bubban. Significado literal. “Llevar a cuestas”. Hace relación a la funcionalidad de las asas.


- Teguevite
Teguevite. Carne. [La Palma].

(En Abreu Galindo: Historia de la Conquista de las siete islas de Canaria.1590/1600. Goya Editorial, Santa Cruz de Tenerife, 1977):
“(…) Y así mismo se mantenían con carne de oveja y cabras, a que llamaban teguevite(…)”pp. 174-175

_ Tigebitt/ Tiwebitt. Significado literal. “Estado de lo que es ó está perforado, agujereado, penetrado”.

_ *Tigewwit: Significado literal. “Mantequera”. Por asimilación “El fol grande donde se bate ó mece la leche para sacar la manteca de ganado”.

-Teberite



Teberite [Chibirito] Señal realizada en las cabras. Marca que se realiza a las cabras en las orejas, mediante un objeto punzante, con la intención de marcarlas, para lograr diferenciarlas del resto.

Taberatt / Tiberatin –pl- . Significado literal. “Misivas, las cartas - objeto de naturaleza escrita”. En la actualidad;
* Escrito que una persona envía a otra para comunicarle alguna cosa; generalmente, se envía por correo metido dentro de un sobre.
*Carta (abierta) que se dirige a una persona, pero con el fin de que se difunda a través de los medios de comunicación social.
* (Der. mod. del lat. missus, part. pas. de mittĕre, enviar). Dicho de un papel, un billete ó una carta, que se envía a alguien.

Por extensión “Las marcas, las señales”. Hay que tener en cuenta que la mayor parte de la población en esta etapa cronológica, presumiblemente, eran no alfabetos, por cuanto un lenguaje sectorial de las representaciones figuradas, tuvo que representar un lenguaje común, identificable y distinguible.

Otras formas; Tabarat / Tibaratin. “La misiva, la carta, conjunto de una naturaleza escrita y difundida”.



-Tibeja


Tibeja. Antiguos vasos de loza tradicional.

(En Bethencourt Afonso, J. Historia del Pueblo Guanche, Tomo II. Editorial Lemus, Tenerife)
“[En relación a los duelos entre los guanches] Las familias metidas y acurrucadas en los aucheros, bebiendo tibejas de leche o de sustancia de cabra entre el bajo susurrar de los acompañantes, ofrecían ratos alternados de silencio y de ruidosas lamentaciones.”

Tabeja/ Tbeja. Significado literal. “Cualquier cosa alargada. Tubo”.
*Pieza hueca, de forma por lo común cilíndrica.


-Tibibita


Tibibita. Cuenco de reducidas dimensiones.

1-Tibbbit. Significado literal. "Guisar". Por extensión "Pequeño cuenco que servía para guisar".

2-Tibibitt (a). Significado literal. “Hecho de portar a las espaldas”. Por extensión `Pequeño gánigo que sirve para transportar”.


-Guanil

Guanil. Cabra salvaje que vive apartada del conjunto del ganado común. Voz extendida por todo el archipiélago canario.

1) Wa – Nil ( Wanil); ` Superior, Alto, la parte de arriba´. Por extensión `El que está en lo alto, en la cumbre´. Wanil > Guanil. [Tm].

Este tipo de ganado estaba concentrado en las zonas más apartadas del archipiélago, que por lo común, se centraban en las zonas altas y risqueras, donde se abastecía por su cuenta, hasta que era presa de las `gambuezas´.

2) Wa-n- Ili; `El, este, de la dominación, la posesión, apoderarse´, `Acción de poseer, estar tirado a su destino, a su suerte´. Guanili > Guanil. /. [Tm,Tch, Kb]

3) Wa-n-el; `El de la dominación, la posesión, apoderarse´. [Ahg]. Guanel > Guanil.

`Montaña de los Guaniles´. Topónimo en el sur de la isla de Tenerife, que hace referencia a una montaña en la Comarca de Chasna.
`Lomo Guaniles´. Accidente geográfico en la zona sureste de Gran Canaria.

* Ovejas; Tili [Tm], Tili [Tch], Tehéle [Ahag], Ulli [Le Kabyle], Tihili [Taitoq].

- Ilfe

El cochino es, y fue hasta en la antiguedad una fuente sustancial de la comida de las comunidades amazigh insulares. En el archipiélago canario la representación del animal en la antigüedad amazighparlante, está más que comprobada, en las diversas fuentes escritas. Los recursos que se extraían del animal eran aprovechados para útiles en forma de vestidos, manteca, y cueros para diversas utilidades.
En las islas Canarias y en ciertas partes del continente se reconoce con los mismos radicales L/F, al cochino. La proliferación progresiva de la religión en el norte de África, ha reducido la ingestión del cochino, a una mera fórmula de tabú.

(En Tomás Arias Marín de Cubas. Historia de las siete islas de Canaria, public. en 1687. Real Sociedad Económica de Amigos del País, 1986)
“Su vestido era de pellejo de cabra y su calzado era de cuero de puerco que se envolvían a los pies” pp. 176

(En Abreu Galindo: Historia de la Conquista de las siete islas de Canaria.1590/1600. Goya Editorial, Santa Cruz de Tenerife, 1977)
“(…) a tanta la cual parece que los habitantes de Lanzarote, Fuerteventura y Canaria arrivó la nación de los árabes, entre los africanos estimada en más, porque en estas tres islas llamaban a la leche aho, al puerco ylfe (…)” [(Sic) - Son términos sustancialmente amazigh]. pp. 17.

Así mismo el cochino, fue en algunos casos utilizado para fines mágico-religiosos;

(En Torriani, L. de 1978. Descripción e Historia del reino de las Islas Canarias antes afortunadas con el parecer de sus fortificaciones. Goya editorial. Santa Cruz de Tenerife)
“(…) Cerca de una cueva llamada abstenehita, y de esta cueva a sus gritos, salía fuera el demonio en figura de cerdo, y le daba la lluvia (…)”pp.214

ylfe [GC,FTv,LZ]. Significado literal “Cochino, cerdo”. ylfe = Ilef.

Dialectos continentales;

- Ilef, alfan [Tch. Tachelhit]
- Ilef, ilefan, tilfet, tilfint [Tm. Tamazigh Atlas],
- Ilef, ilfan [Kb. Le Kabyle]
- Ilfe, Ilfan [Mzb. Dialécto del Mzab argelino]


Chipi-chipi

-Chipi-chipi. Pequeña llovizna, menor que una sorimba, pero que es capaz de empapar.

[Ch-F]. Chif-chif. "bañarse, ducharse".

-Ageliado

-Ageliado. Término utilizado en Tenerife, para referirse a una persona cuando está enferma, y/ó se encuentra en cama por tener mala salud. `Estar ageliao´, `Estar ageliado´.

[G.L] Agelay. Significado literal. “Estar enfermo, estar enclaustrado por mala salud´.


- Atinavina

(En Abreu Galindo: Historia de la Conquista de las siete islas de Canaria.1590/1600. Goya Editorial, Santa Cruz de Tenerife, 1977):
“Este grano cogían a su tiempo, y lo secaban, y molían con unos molinillos de mano, y lo guardavan para comer con caldo de carne, ó con leche, y así mismo se mantenían con carne de oveja, y cabras, a que llamaban Teguevite , y con carne de puerco a que llamaban Atinavina (…)” pp. 175

Abreu y Galindo recogió para la isla de la Palma, el término de `Atinavina´, a la que alude como carne de puerco (cochino), muy común en la gastronomía panisleña, y de símiles planteamientos que el de sus herederos, hasta hace apenas algunas décadas. El término está fehacientemente recogido en el gran crisol lingüistico y cultural del Marruecos Central, ancestro heredero de buena parte de la tamazigh del archipiélago canario en general, en la actual forma verbal de los radicales NW. El cronista logro captar el significante de la acción misma verbal, y la generalizó al guiso de la carne de cochino, cuestión por otra parte extensible al cómputo general de muchos elementos.

guisar v. tr./intr.
1 Cocinar un alimento sometiéndolo a la acción del fuego.
2 Cocinar carne, pescado, verduras, patatas y otros ingredientes, troceándolos y cociéndolos en una salsa a fuego lento en olla o sartén tapadas.

Tinewi / Tinewiwin: V. Cocer, guisar. Adj. Cocido, guisado. [TM. Tamazigh del Alto Atlas.]

1)-Tinewiwin. TM. Tamazigh del Alto Atlas del Marruecos Central.
2)-(Ti) anewu. Tuareg, Níger.


-Tinewiwin > (A)tinabi (wi+wi=Bi)n > Atinabin + a > Atinavina.